Jean Michel Jarre... Concierto en Madrid (Parte II - El Concierto)

Con un poco de retraso debido a diversos motivos, continuaremos relatando brevemente esta pequeña crónica del concierto de Jean Michel Jarre en Madrid.
Veamos... ¿por dónde íbamos?... Ah, sí... ¡¡¡Comienza el espectáculo!!!

Tal y como dijimos, tras la pequeña introducción de Jean Michel, la presentación de los músicos e instrumentos el concierto por fin iba a comenzar.


Jean Michel Jarre durante
la presentación del concierto


Los instrumentos poco antes
de comenzar el concierto

A continuación una serie de todo tipo de sonidos comenzó a surgir de todos esos aparatos electrónicos y sintetizadores mientras las hábiles mános de los cuatro músicos se movían con maestría sobre ellos al tiempo que realizaban las últimas afinaciones de los mismos procurando ir enlazando un sonido con otro y formar una cohesión que sirviese de introducción al concierto.

Tras estos breves minutos de afinamiento e introducción a los temas, comenzó a sonar algo que ya sí era conocido por todos los allí reunidos.
Empezó a sonar "Oxygene I" y poco a poco según transcurría la melodía, todo fue comenzando a cobrar luz y a llenarse con los efectos visuales (que estuvieron calculados al milímetro) a los que nos tienen habituados los conciertos de Jarre.
Y suavemente, como si de un amanecer se tratase, unos tonos de colores comenzaron a aparecer de forma ligera al ritmo de la música rodeando e iluminando los instrumentos que ocupaban el centro del escenario mientras Jarre interpreta un "solo" con uno de sus raros instrumentos.


Jarre durante el comienzo de "Oxygene I"


Jarre marcándose un "solo" electrónico

Según avanzaba la interpretación, ocasionalmente se escuchaba de forma puntual algún que otro aplauso del público que lejos de entorpecer y molestar la audición parecía que formaban parte misma del concierto, momentos en los cuales (durante toda la duración del concierto) el hasta el mismo Jarre aplaudía y botaba (siempre que la interpretación de los temas se lo permitiese) animando al público dejando constancia de que le gustaba y se encontraba en buena forma a pesar de sus años.

Además de los ya mencionados efectos luminosos, un gran fluorescente rojo comenzó a subir y bajar lentamente sobrevolando la parte frontal del escenario durante unos minutos (lo justo para ambientar un poco este principio del concierto sin distraer demasiado a la audiencia de la música, pero recordándoles que quien estaba tocando era el maestro de los efectos visuales en los conciertos).




Dos momentos de la interpretación


El fluorescente que subía y bajaba

Y poco a poco como a viene siendo natural, el 1 deja paso a su continuo, y ahora ya con la práctica totalidad del publico aplaudiendo e inmerso en la música, comienza a sonar "Oxygene II".